Hallado en Sudamérica, el Palo Santo o “madera sagrada” es el nombre con el que se conoce al bursera graveolens
El Palo Santo
Se trata de un árbol mágico de extraordinarias virtudes medicinales, cuyos compuestos esenciales se encuentran en el aroma que exuda la leña una vez quemada o destilada. Siglos atrás, chamanes incas y curanderos de las montañas de los Andes propagaron su don purificador y protector.
Entre los indígenas se cree que el humo de una fogata con Palo Santo ahuyenta a malos espíritus del pueblo –la claridad con la que se manifiestan sus llamas así lo confiere.
En aromaterapia
Es comúnmente utilizado a manera de aceites esenciales, obtenidos mediante una destilación a vapor de su tronco. Su aceite, colocado directamente en la nariz o quemado mediante un vaporizador, sirve para liberar tensiones relacionadas con el estrés y la depresión.
A diferencia de otras plantas o árboles de los cuáles se extrae tradicionalmente incienso, el Palo Santo requiere únicamente de encender un pequeño trozo de madera seca para que éste libere una columna de humo que termina envolviendo la atmósfera.
A este humo aromático que libera la madera se le atribuye la capacidad de aumentar vibraciones en el cuerpo, por lo que se recomienda emplearlo al momento de iniciar una meditación.
El Palo Santo es tan rico en propiedades que cada parte del árbol puede aprovecharse para distintos fines, incluidas funciones depurativas, sedantes, antisépticas, antiinflamatorias, diuréticas y anti carcinógenas. Ya en un plano metafísico, ciertos grupos lo consideran un efectivo repelente de energías negativas.
Muy conocido en nuestro país por ser un infalible piojicida.
De un modo similar al incienso
Tablitas de palo santo: hasta hace poco solo se utilizaba el corazón del tronco del árbol seco, cortado en palitos de 6 a 9 cm. más o menos de largo y 1 cm. de diámetro y se los ponía encima del carbón encendido, en especial para alejar a los mosquitos. También pueden ser utilizados para preparar infusiones que ayudan a curar enfermedades que proceden del frío.
Sahumerios de palo santo: con el aserrín de la madera de palo santo se elaboran los sahumerios sin utilizar pegamento artificial, productos químicos o animales.
Para la gripe, la tos, el asma: se prepara en «té» o, mejor dicho, en tisanas o en infusiones – hacer hervir las tablitas de palosanto durante quince minutos, filtrar y tomar con azúcar o miel en las noches. Una fundita de diez tablitas rinde para treinta tazas de «té».
Repelente para mosquitos: mientras se tiene encendido los aleja.
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